Ricardo Anaya acusa a detractores de Sheinbaum y propone participación ciudadana en revocación de mandato



En los últimos días, Ricardo Anaya Cortés, ex candidato presidencial, volvió a poner el ojo en la política nacional con declaraciones sobre la revocación de mandato de la presidenta Claudia Sheinbaum y algunos gobernadores. Según Anaya, Morena estaría buscando adelantar la consulta de revocación para 2027, con el objetivo de medir la popularidad de la mandataria y, según él, incluso para abrir la puerta a un posible sustituto cercano a la familia del presidente Andrés Manuel López Obrador

Pero Anaya no se detuvo ahí. Propuso que la consulta incluyera también a gobernadores que, según su perspectiva, podrían tener vínculos con el crimen organizado. Su argumento es que la ciudadanía debe tener la última palabra, y que el Congreso no debería decidir quién ocupa un cargo vacante, sino que sea la gente quien elija directamente al sustituto

Estas declaraciones generaron debate político y mediático. Por un lado, quienes apoyan la idea destacan que se trata de un mecanismo de mayor participación ciudadana y un paso hacia la transparencia y control democrático de los funcionarios públicos. La posibilidad de que la gente decida sobre gobernadores o la presidenta podría fortalecer la idea de que las autoridades rinden cuentas directamente ante quienes gobiernan: la ciudadanía

Los críticos, por su lado, señalan que estas declaraciones se basan en escenarios hipotéticos, como la posibilidad de que se ponga al hijo de AMLO, y que no hay evidencia concreta de que exista un plan formal de reemplazo de Sheinbaum o de los gobernadores señalados. Algunos consideran que se trata de una estrategia de oposición para generar preocupación y desgaste político hacia Morena, más que de un proyecto real de reforma

La discusión también plantea un punto importante sobre los riesgos y limitaciones de la participación ciudadana: por un lado, puede ser una herramienta para fortalecer la democracia; por otro, si no se comunica con claridad, puede generar confusión y manipulación mediática. La clave está en cómo se implemente y en la transparencia de los procesos que se utilice

La propuesta de Anaya pone sobre la mesa la tensión entre democracia directa y estrategias políticas. La balanza se inclina hacia la idea de que la ciudadanía tenga voz y voto, pero sin perder de vista que, en política, las intenciones y los escenarios muchas veces se presentan como hecho

Lo que parece un tema técnico o lejano puede afectar a todos los mexicanos. La participación ciudadana es valiosa, pero requiere información clara y verificada.

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