Sheinbaum responde a congresista de EE. UU. y defiende la política exterior de México

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió este jueves a las declaraciones de la congresista estadounidense María Elvira Salazar, quien pidió públicamente al gobierno mexicano “dejar de apoyar dictaduras”, en referencia a la relación de México con Cuba y Venezuela.

Durante su conferencia matutina, Sheinbaum rechazó los señalamientos y reiteró que la política exterior del país se rige por los principios constitucionales de soberanía, no intervención y autodeterminación de los pueblos, subrayando que México no define sus relaciones internacionales a partir de presiones externas.

“La política exterior de México es clara y está establecida en nuestra Constitución. Mantenemos relaciones diplomáticas con distintos países y eso no significa intervenir en sus asuntos internos”, afirmó la mandataria.

Las declaraciones de María Elvira Salazar, congresista republicana por Florida, se produjeron en una audiencia del Congreso de Estados Unidos, donde criticó a México por mantener vínculos con gobiernos que calificó como “dictaduras”. La legisladora señaló específicamente el caso de Cuba y Venezuela, y cuestionó el envío de recursos energéticos y la contratación de médicos cubanos en territorio mexicano.

Sheinbaum sostuvo que México mantendrá su relación con Cuba, como lo ha hecho históricamente, y aseguró que esa decisión corresponde exclusivamente al Estado mexicano. Asimismo, enfatizó que dicha postura no implica un deterioro en la relación bilateral con Estados Unidos.

La presidenta también destacó que México apuesta por el diálogo y las soluciones pacíficas, y que su gobierno privilegia los mecanismos multilaterales para atender conflictos internacionales. En ese sentido, hizo un llamado a fortalecer el papel de organismos como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para evitar confrontaciones y promover la estabilidad regional.

Sheinbaum reiteró que su gobierno buscará mantener una relación de respeto y cooperación con Washington, sin renunciar a los principios históricos de la diplomacia mexicana.

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