La propuesta para eliminar el ISR en ciertos bonos: qué es, quién la impulsa y cómo podría afectar


En los últimos días surgió una iniciativa en la Cámara de Diputados que toca un tema que a cualquier trabajador le interesa: el dinero que realmente llega a su bolsillo.

Se trata de una propuesta de Morena para exentar del Impuesto sobre la Renta (ISR) ciertos pagos adicionales que los empleados reciben, como bonos de puntualidad, asistencia y algunas primas laborales.

La diputada Naty Poob Pijy Jiménez Vásquez, del grupo parlamentario de Morena, presentó una iniciativa para modificar el artículo 93 de la Ley del ISR. Su objetivo: que algunos incentivos laborales no paguen impuesto, de modo que los trabajadores reciban estos montos íntegros.

La iniciativa proviene de Morena y ya fue registrada en la Gaceta Parlamentaria, lo que la coloca formalmente en proceso legislativo.
La oposición —principalmente PAN, PRI y MC— reaccionó casi de inmediato, cuestionando tanto el impacto fiscal como la viabilidad real de la propuesta.

Entre los conceptos que se busca exentar del ISR se encuentran: bono de puntualidad, bono de asistencia, prima de antigüedad y algunas remuneraciones relacionadas con el Día del Trabajo.

Estos pagos son considerados “estímulos” dentro de la relación laboral, pero actualmente sí generan impuesto. Si la iniciativa avanza, estos beneficios dejarían de ser gravables siempre que estén contemplados en la ley, en un contrato colectivo o en un contrato-ley, y que no superen los límites que se definan.

Morena argumenta que los efectos de la inflación y el encarecimiento general de la vida han reducido el poder adquisitivo de los trabajadores. Según la diputada Jiménez Vásquez, permitir que estos bonos lleguen completos al empleado incrementaría el ingreso disponible, impulsaría el consumo interno y daría pasos hacia una tributación más “justa”.

La oposición ha sido crítica por varias razones:

• Exentar ISR implica que el Estado dejaría de recaudar una cantidad todavía no calculada públicamente, lo que podría afectar áreas como programas sociales, infraestructura o servicios.

• No todos los trabajadores reciben bonos de puntualidad o primas de antigüedad; por lo tanto, la medida beneficiaría a un sector acotado, no a la mayoría.

• Algunas voces advierten que empresas podrían comenzar a “maquillar” parte del salario como bono para evitar pagar impuestos.


Para grupos opositores, la propuesta suena más a un gesto de simpatía electoral que a una reforma integral del sistema tributario.

Las reformas fiscales siempre parecen complejas porque están llenas de términos jurídicos. Sin embargo, afectan lo más básico: el ingreso que llega al bolsillo de las personas.

¿Cómo debe el gobierno equilibrar la recaudación con el bienestar inmediato de los trabajadores? La pregunta queda en el aire, y la decisión final dependerá del debate legislativo que apenas comienza.

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