Las aguas que rodean la isla de Ormuz, al sur de Irán, se tornaron de un intenso color carmesí tras las recientes lluvias registradas esta semana, generando asombro y viralidad en redes sociales.
De acuerdo con especialistas, el fenómeno se debe al arrastre de sedimentos ricos en óxido de hierro desde las colinas de la isla hacia el mar. Ormuz es conocida por su alta concentración de minerales, lo que provoca este efecto visual cuando las lluvias son intensas.
Autoridades y expertos han aclarado que no se trata de contaminación ni de un evento tóxico, sino de un proceso completamente natural, recurrente en la zona durante la temporada de lluvias.
Las imágenes, que muestran cascadas rojizas desembocando en el mar, han dado la vuelta al mundo y han sido comparadas por usuarios con escenas apocalípticas, aunque la ciencia descarta cualquier riesgo ambiental inmediato.
Un espectáculo natural tan inquietante como fascinante.

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