Salvatierra, Guanajuato.
José Guadalupe “N.”, conocido cariñosamente como Don Nico, falleció la noche del viernes 10 de octubre tras permanecer varios días en terapia intensiva luego de haber sido baleado mientras transmitía en vivo por Facebook una denuncia sobre los baches en la carretera de la comunidad de Urireo.
El ataque ocurrió el pasado 7 de octubre, cuando Don Nico —reconocido en la zona por su oficio de heladero y su activismo vecinal— realizaba una transmisión en la que pedía apoyo para reparar los caminos dañados. Durante el video se escucharon múltiples detonaciones, y poco después fue hallado con tres impactos de bala, uno en la pierna, otro en el glúteo y otro en la ingle.
A pesar de los esfuerzos médicos en el Hospital General de Celaya, don Nico no logró recuperarse de las heridas. Su muerte provocó una ola de indignación y tristeza en Salvatierra, donde vecinos y ciudadanos lo recuerdan como un hombre trabajador, alegre y comprometido con mejorar su comunidad.
El Gobierno Municipal de Salvatierra condenó el ataque, calificándolo como “un acto cobarde”, y expresó sus condolencias a la familia. Por su parte, la Fiscalía General del Estado de Guanajuato mantiene abierta la investigación para dar con los responsables del crimen.
De acuerdo con medios locales, Don Nico manifestó temor por su seguridad en días previos, luego de recibir comentarios hostiles por sus transmisiones. Aun así, continuó denunciando lo que consideraba injusto y peligroso para los habitantes de su comunidad.
Su historia conmovió a todo el país y es un recordatorio de la crisis de inseguridad en Guanajuato, uno de los estados más violentos de México. Su muerte dejó abierto un debate sobre la vulnerabilidad de los ciudadanos que alzan la voz frente a las autoridades.
En redes sociales, cientos de usuarios se han unido para recordarlo con el hashtag #JusticiaParaDonNico, destacando su valentía y compromiso con su pueblo.
¿Desde cuándo exigir clases dignas se volvió un acto de valentía en lugar de un derecho?
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